• ¿Fué Cristo hecho pecado en la Cruz? O simplemente le fueron endosados los pecados de la humanidad mediante un acto divino, legal y voluntario.

• Después de su muerte, ¿Hasta donde acompaña el Verbo al alma de jesús cuando baja a los infiernos?

• ¿Visitó Dios en la forma del Verbo al infierno o solo acompañó a Jesús hasta la Cruz abandonándolo luego en su muerte?

• Y aquel Verbo se hizo carne. Juan 1:14. ¿Qué significa hacerse carne?

• "Al que no conoció pecado por nosotros Dios lo hizo pecado" ¿Es lo mismo hacerse pecado que ser pecador?

• Jesús sin el Verbo no existiría, no hubiese nacido impecable (sin pecado) por cuanto fue el Padre quien con los buenos oficios del Espíritu Santo coloca en la humanidad de María al Verbo Divino, por lo tanto la paternidad de Jesús pertenece al Padre Dios a través del Espíritu Santo. Ahora bien: Esa unión Dios-Hombre se dió en Jesucristo aun contra la premisa de que no puede unirse lo humano con lo divino de modo indivisible. ¿Cómo se dió esa unión sin romper el orden natural de las cosas?

• La salvación del hombre tras el pecado de Adán es un proyecto de Dios que se gestó en la eternidad con el propósito de restituir al hombre a su condición original en el Edén. ¿Cómo se gestó este proyecto?

• Estas y otras interrogantes intentaremos explicar en esta obra.

A objeto de poder transitar con éxito por el camino de la teología literaria, la teología de alta crítica y la revelación; tomando en cuenta lo arduo y laborioso que puede ser conceptuar algunos hechos que de seguro encontraremos en este largo camino (que va desde antes del principio hasta después del fin) nos veremos en la necesidad de explicar ciertas acepciones que conceptúan el nombre de Dios en las Sagradas Escrituras.

En la Biblia por razones de traducción y lenguaje, muchas veces encontramos la palabra Dios de manera generalizada sin embargo este sustantivo acompañado de otra palabra que lo califica en su función rectora lo cambia en su engua original, aunque se escribe igual en algunas traducciones a objeto de una más fácil comprensión, ejemplo:

Nombres simples de la deidad

Por esta razón encontramos en las Sagradas Escrituras algunos nombres que califican a la Deidad tomando en cuenta el momento que le tocó desempeñar en la creación e incluso antes de ésta. Por ejemplo, es aleccionador saber que Dios como Jehová no se manifiesta al hombre de manera abierta y clara en las Sagradas Escrituras sino a partir de Exodo 3: 13-17.

Exodo 6: 2-3

2 “Habló Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy Jehová.”

3 “Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos.”

Exodo 3: 13-15

13 “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué le responderé?”

14 “Y respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros.”

15 “Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; este es mi memorial por todos los siglos.”

Dios como la Deidad que es, primitiva en esencia y por otro lado Dios en la función que le toca ejercer en determinada instancia de su relación con el hombre

Entonces por definición: en cualquier momento en que citemos el nombre de Jehová acompañado de otro nombre que califique a Dios en su funcionalidad, por ejemplo: Jehová-Elohim, Jehova-Adonay, Jehova-El Olam, etc., lo encontraremos indefectiblemente emparentado en una relación con el hombre.

Llamaremos a esta simbiosis: nombres compuestos que definen a Dios como la Deidad que es, primitiva en esencia y por otro lado Dios en la función que le toca ejercer en determinada instancia de su relación con el hombre. Reiteramos lo antes dicho, no es que existan varios dioses sino que Elohim buscando la manera de expresarse y de hacerse conocer por el hombre y su entorno adopta nombres que le identifican con la función que ha de realizar.

Nombres compuestos de la Deidad utilizados por ésta al momento de manifestarse al hombre.

A continuación haremos una breve síntesis del significado de cada uno de los nombres compuestos de la Deidad. No explicaremos los nombres simples ya que están representados en los nombres compuestos y se explicarán por sí solos, entendiendo que los nombres compuestos de la Deidad manifiestan en conjunto el significado de ambos nombres.

Jehova-Adonay por lo tanto significa: “El maestro soberano que existe en sí mismo y que se revela al hombre”. Se aplica en las escrituras tanto a la Deidad como al hombre. En el caso del hombre, Adonai puede significar, Señor o esposo. Es interesante saber que ambas expresiones tienen una estrecha relación pues ambas existen entre Cristo y el creyente. (Génesis 24: 9,10,12. Juan 3: 13; 2da Corintios 11:2, 3).

En el libro de Exodo, Moisés reconoce la relación de amo – siervo cuando le expresa a Dios: “Hay Señor nunca he sido hombre de fácil palabra”.

En este momento se esta configurando entre Dios y Moisés una relación de servicio, por lo tanto él se dirige a Dios llamándole Adonai sin embargo cuando se trata del poder necesario para ejercer ese servicio Moisés se dirige al Ser Supremo como Jehová - Adonai.

Jehova - el Olam: Dice el libro de Génesis capítulo 21 verso 33.

“y plantó Abraham un árbol de tamarisco en Beerseba e invocó allí el nombre de “Jehová Dios Eterno”.

El nombre El - Olam, lo utiliza Dios cuando se trata de cosas secretas o encubiertas.

2da de Reyes 4:27.

“... Y Jehová me ha encubierto el motivo”. Aquí Jehová es Olam el eterno. “Por qué estas tan lejos oh Jehová y te escondes en el tiempo de la tribulación”; (aquí también Jehová es Olam).

La palabra Olam (hebreo) es sinónimo de la palabra Aión que en el Griego significa edad, dispensación, tiempo; sin embargo la expresión hebrea tiene connotación eterna, no de temporalidad. Concluimos en que Olam se traduce para expresar la eterna duración del ser.

El Olam: Nombre Divino de la Deidad, que divide los tiempos dentro del curso de la eternidad, a partir de la dinámica eterna impuesta por Dios en forma discrecional, implicando que Él no solo es eterno sino que está sobre todas las cosas, mas allá de espacio y tiempo.

Es posible que El Olam sea Dios abriendo un espacio dentro de la estática eterna sin entronizarse en el tiempo creando un instante dinámico, progresivo y evolutivo, con el propósito de crear en ese espacio, los ángeles, su trono, su tabernáculo de adoración, su cielo y todo aquello que le identifica como Dios.

No se justifica un Dios sin su gloria, sin sus huestes celestiales, sin su trono de poder, como no puede haber un general sin su ejercito, ni pastor sin ovejas, pero las ovejas no serán más que el pastor, ni el ejército más que su general, ni las huestes celestiales más que su Dios. Debieron ser creadas por Él y si fueron creadas por Él, Dios precede a sus obras y sin dejar de ser eternas (las obras de su reino celestial) Dios mismo debió abrir un paréntesis dentro de la eternidad para que éstas fuesen creadas para su propósito posterior.

Este paréntesis es lo que llamaríamos principio eterno, sempiternidad, es decir un acto dinámico dentro de la estática eterna pero al que no podemos llamar tiempo, por cuanto se produce en el ámbito eterno.

Es importante tener en cuenta que a través de este estudio Cristológico, vamos a situar todos los acontecimientos divinos y humanos en 3 estadios a saber: eternidad, sempiternidad y tiempo.

Jehová El-Elyón: Significa El Señor más alto o el altísimo, lo encontramos por primera vez en: Génesis 14 verso 18-19.

18 “Entonces Melquisedec rey de Salém y sacerdote del Dios altísimo (Jehová- El Elyón1 ) sacó pan y vino;” 19 “ y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios altísimo (Jehová-El Elyón2) creador de los cielos y la tierra; ...”

En este instante estamos presenciando el momento más glorioso después de la redención, momento en el cual se hace manifiesto un personaje que reviste un interés de gran importancia para los no Judíos, es decir los llamados peyorativamente por los hebreos con el nombre de gentiles (perros), personas indeseables con los cuales no podían emparentarse y con los cuales no poseían afinidad.

(Los tiempos han cambiado y la posición del Judío al respecto se ha flexibilizado considerablemente). Este personaje llamado Melquisedec, rey de Salém es el Sumo Sacerdote de El Elyón, El Dios Altísimo que ve por los gentiles y Abraham lo reconoce de esa manera.

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