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Inicio / Reflexiones / El Código Da Vinci

Nos disponemos a hacer antagonismo sobre las opiniones muy de moda aparecidas con la obra de género policíaco o historia novelada, “El Código Da Vinci” de Dan Brown, “La Santa Sangre y el Santo Grial” de Henry Lincoln, y “Las claves del Código Da Vinci” de Lorenzo y Mariano Fernández.

Imaginémonos nosotros, en gran mayoría Cristianos, que mañana despertemos con una nueva realidad, pensando que hemos sido engañados por un impostor que dijo en su tiempo que era DIOS.

No hay nada que orille más al fanatismo al ser humano que la religión o la política. Cuando no hay mesura, ecuanimidad y sensatez, divide hogares, crea guerras y divisiones. Nosotros no escapamos a esta realidad.

La historia que no perdona lo confirma, con el edicto de Milán de Constantino y el edicto de Nantes de Teodosio Emperador.

¿Es Jesucristo “DIOS verdadero de Verdadero DIOS” como lo reza la doctrina cristiana católica y protestante?

¿Es Jesucristo la segunda persona de la Trinidad Divina? (PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO).

¿O fue Jesucristo un hombre común de carne y hueso, un impostor, mitómano que decía ser lo que no era, pretendiendo en un acto de delirio llamarse DIOS a sí mismo?

Material promocional de la película "El Código Da Vinci" protagonizada por Tom Hanks y portada del Libro de Dan Brown

El señor Brown en su historia novelada, el señor Lincoln y los señores Fernández, coinciden plenamente en su visión de Jesús y su vida personal.

Dicen que Jesús era ante todo un ser humano, desposeído de divinidad, que se casó con María Magdalena, que tuvo una hija llamada Sara, que vivió en el Sur de Francia, que emparentó con la dinastía merovingia francesa, etc.

En otras palabras Jesucristo no es DIOS como lo establece la iglesia porque a diferencia de la mitología griega, los seres humanos no pueden emparentar con dioses. En fin, es una mentira que Jesucristo resucitó y nosotros hemos vivido 2000 años engañados por la iglesia.

La pregunta digna de “Quien quiere ser millonario” es ¿De dónde sacaron estos señores estas aseveraciones, cuales fueron sus fuentes?

Existen dos fuentes importantes de documentación histórica acerca de la vida de Jesucristo.

a) Las Sagradas escrituras. (Santa BIBLIA) que contiene los llamados libros “CANÓNICOS”

b) Los Libros Apócrifos o deuterocanónicos. No aceptados por la iglesia por sus inconsistencias en cuanto a la vida de Jesús y su entorno político, social y religioso.

Estos son los códices que utilizan algunas denominaciones cristianas del mediterráneo como la iglesia Copta de Egipto y la iglesia Armeniana de Siria. Ambas de tendencia arriana.

Son códices hallados en 1946 en la zona de NAG HAMADI, donde se encuentran por ejemplo: el evangelio de Felipe, el evangelio de María Magdalena, las actas de Tomas, el evangelio de la asunción de María madre de Jesucristo, etc.

Escritos encontrados en NAG HAMADI

Es aquí donde se apoyan estos señores que ahora pretenden pontificar sobre la naturaleza de Jesucristo.

Los Arrianos decían que Jesucristo era hijo de DIOS venido del PADRE DIOS pero que no era de su misma naturaleza y estos escritos apócrifos lo aseveraban. Esto es lo que hoy conocemos como GNOSTICISMO.

Estos escritos gnósticos como el evangelio de Judas (por ejemplo) no tienen paternidad histórica por cuanto ninguno de ellos es un original, eran copias manuscritas de algún original atribuido a discípulos de Jesús. Lo curioso es que no existe ningún antecedente de algún discípulo de CRISTO que hiciera de su misión evangelística dirigirse al sur de Jerusalén como Africa mediterránea, el desierto del Neguev y el desierto del Sinaí, el Sahara y las soledades del mediterráneo sur, los cuales eran barreras inexpugnables para cualquier misión evangelística.

Todos se dirigieron hacia Asia menor (Galacia, Tesalónica, Colosas, Laodicea, Chipre, Corinto, etc.). Sólo Tomás según tradición histórica se atrevió a ir más allá, hacia el lejano oriente, específicamente la India en su parte meridional, lo que hoy se conoce como Madrás, donde a mediado del siglo I de nuestra era, fue martirizado como lo describe los rollos perdidos del cristianismo taoista.

Ninguno de los discípulos de Jesús fue hacia el sur de Jerusalén, el propósito de estos hombres era llevar el evangelio a los centros del poder político cultural, es decir, Asia menor, Grecia, Roma y de Pablo que se dice estuvo en la península Ibérica, hoy España. Por lo tanto, es improbable que los antiguos discípulos de Arrio pudiesen tener información confiable acerca de la vida y naturaleza de nuestro Señor Jesucristo.

Resumiendo, la iglesia Cristiana basa su doctrina no sólo en las enseñanzas de Jesús de Nazareth sino en el hecho para ella innegable y dogmático de su resurrección. Esta es la que le da la connotación de impecabilidad.

Hay muchas evidencias escriturales al respecto.

“DIOS fue manifestado en carne” Apóstol San Pablo.

“Siendo Jesús el resplandor de su gloria y la imagen misma de la sustancia de DIOS”

“En el principio era el VERBO DIVINO…” Apóstol San Juan.

Respondemos a la pregunta de si Jesús tuvo descendencia con una aseveración del profeta Isaías, refiriéndose al mesías que habría de venir y aplicada en los evangelios a la persona de nuestro señor Jesucristo:

“Por lo cual fue cortada de la tierra de los vivientes y su generación quien la contará”.

Jesús no tuvo descendencia, él no vino a casarse, ni a tener hijos biológicos. Su proyecto eterno fue salvar a la humanidad, misión que cumplió a cabalidad.

Tomado de la revista "Horizonte de Gloria"

Rev. Raúl Velásquez Sr.

Comentarios

Hagamos una reflexión sobre la naturaleza de Jesucristo y su personalidad.

En Jesucristo no hay medias tintas.

Partimos del supuesto que Jesús afirma que es DIOS y a objeto de ser imparciales lo tomaremos como una simple presunción que analizaremos para llegar a la verdad. Ante esta afirmación (Jesús es DIOS) tenemos dos alternativas: una aseveración falsa y una verdadera:

Trailer de la película "El Código Da Vinci" protagonizada por Tom Hanks

FALSO

VERDADERO

a.

Él sabía que sus pretensiones eran falsas, engañó a sus discípulos premeditadamente y como consecuencia de esto era un embustero, manejaba intereses personalistas, era un hipócrita, era un necio, porque nadie muere por una presunción falsa.

b.

Se hacía llamar DIOS, pero en su ignorancia no sabía que su presunción era falsa, en consecuencia era honesto, pero vivía engañado. Solamente un loco cae en esta categoría.

Él dijo de sí mismo que él era el SEÑOR, ante esta aseveración tenemos dos alternativas: aceptamos su condición de divinidad o la rechazamos. Nace en nuestra mente un razonamiento obligado: O Jesús era un embustero, mitómano, sacrílego y hereje como para llamarse DIOS a si mismo, como se lo aseveró a sus discípulos, o realmente era lo que dijo que era.

Jesús es parte de la historia de la humanidad y desde el momento de su nacimiento hasta el momento de su resurrección no hay personaje en la historia de quien se haya escrito más que de él. Pero nadie ha dicho jamás que fuera mentiroso, mitómano, sacrílego, hereje o loco. Se atribuye a Miguel de Unamuno, filósofo español, que creía en Jesucristo como hombre, la siguiente expresión: “Puede ser que Jesús de Nazareth, no haya sido el hombre más inteligente de la historia, pero si el más santo”.

Aún quienes no lo consideraban una divinidad eran incapaces de cuestionar los valores éticos y morales de la vida de nuestro Señor Jesucristo. No hay término medio, no estaba loco, no mentía, era DIOS, es DIOS.

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